En el vibrante festival de teatro de la sede B, los niños se sumergieron en un mundo de magia escénica donde las marionetas, los coloridos disfraces y mucho más hicieron de la jornada una experiencia inolvidable.
El festival de teatro no solo fue un escaparate de habilidades artísticas, sino también un espacio donde la imaginación de los niños se desbordó. Cada acto, cada representación, dejó una huella de asombro y risas entre la audiencia, creando momentos mágicos que perdurarán en la memoria de los pequeños de la sede B.