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Es importante enseñar a los niños que los ojos son órganos, los cuales  no se deben tocar, manipular o introducir objetos, salvo los recomendados por los profesionales de la salud, en los casos que se requiere.  Esta costumbre puede llevar a la presencia de infecciones y daño en las estructuras oculares.
 
Es aconsejable no permitir el exceso de tiempo de exposición a la televisión, celular o videoterminales, ya que esto puede favorecer la aparición de síntomas, tales como, resequedad ocular, ojo rojo e incluso alteraciones en la visión. En mi práctica profesional recomiendo un máximo de dos horas en promedio.Es hora de volver a los juegos de mesa y al parque.
 
Los controles visuales periódicos son necesarios ,debido a que los niños durante el proceso de crecimiento y adaptación del sistema visual, pueden desencadenar alteraciones inesperadas, que identificadas a tiempo son de fácil manejo, pero de lo contrario, se complica su tratamiento. Lo recomendado es una valoración anual en casos donde no se ha encontrado por arte del optómetra, oftalmólogo y/o de los padres, indicio de alteración y cada 6 meses cuando se ha identificado algún riesgo de que se presente.
 
El brindar a nuestros hijos una sana y balanceada alimentación, evitándoles el consumo exagerado de alimentos que contengan azucar, sal, grasa o preservantes ,contribuye al adecuado funcionamiento del sistema visual y en general de todo nuestro cuerpo, teniendo en cuenta que muchas de las  enfermedades en la edad adulta tales como la diabetes y la hipertensión con sus graves consecuencias a nivel ocular ,comienzan con malos hábitos alimenticios en la infancia.
 
Hay que estar atentos a los siguientes signos de alarma que indican una necesidad de consulta por optometría:ojo rojo frecuente o permanente, borde de párpados con “caspa”,secreción, inflamación o enrojecimiento; cualquier tipo de desviación permanente o intermitente,parpadeo, rasquiña o lagrimeo frecuente; acercamiento exagerado a los objetos, entrecierre de los párpados para fijar objetos lejanos o pequeños,posiciones de cabeza anómalas al observar televisión o fijar objetos, dolor de cabeza frecuente, cansancio rápido al realizar actividades que requieren esfuerzo visual, mal rendimiento académico o reporte de desatención en el aula de clases, dificultades en la lectura o salto de renglones y también en los casos en donde exista antecedentes familiares de problemas visuales. 
 
Luisa Fernanda Carrillo
Optómetra Pediatra. U.de La Salle.