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Los niños son seres únicos e irrepetibles, gestores de su permanente proceso de crecimiento. Los adultos tenemos el compromiso ineludible de acompañarlos con inteligencia y amor en este importantísimo proceso. Una de nuestras tareas es detectar cualquier alteración en su desarrollo, así como toda enfermedad que los ataque. Mientras más temprano lo hagamos, más fácil será conseguir su corrección y manejo.  

Hay algunas enfermedades que afectan frecuentemente a los niños y niñas. Lo complicado es que estas enfermedades prevalentes cada día son más recurrentes. Por eso es necesario informarnos sobre estas afecciones. Así será más fácil enfrentarlas.

Los signos de alarma de dichas enfermedades son tres: la diarrea, el síndrome febril y la dificultad respiratoria aguda.

La diarrea tiene las siguientes características.

  • Boca seca
  • Ojos hundidos
  • Orina de color oscuro y mal olor
  • Más de 3   deposiciones     liquidas en el día
  • Dolor abdominal

 El síndrome febril se caracteriza por estos factores:

  • Temperatura mayor a 37°C
  • Convulsión
  • Ojos hundidos
  • Deshidratación 

 La dificultad respiratoria aguda se presenta como tos persistente con expectoración por más de 5 días, y se produce por dos causas:

  • Exposición al frio
  • Contacto con humo de leña o tabaco

Detectar a tiempo estas enfermedades en los niños menores de cinco años reduce su mortalidad, morbilidad y discapacidad. En palabras positivas, detectar a tiempo estas enfermedades promueve el crecimiento y desarrollo de los infantes.   

Por: Viviana Amaya

Nutricionista-Dietista P.U.J